A los hombres y las mujeres de la prehistoria les gustaba decorar las rocas con sus manos. Para pintarlas en positivo se manchaban la palma de su mano y simplemente la estampaban. Para hacerlo en negativo utilizaban huesos huecos, les introducían pigmentos y soplaban sobre la mano. Nosotros hemos utilizado un pulverizador, ¡Muy divertido!
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