sábado, 23 de enero de 2016

Nuestras lanzas

Los hombres y mujeres de la prehistoria se fabricaban sus armas para cazar. Primero utilizaban palos con la punta afilada. Más adelante empezaron a utilizar para la punta de las lanzas piedras como el sílex, que afilaban y podían realmente cortar. Nosotros en clase hemos hecho unas para nuestro disfraz de carnaval.



La habilidad que tenían los primeros hombres de trabajar la piedra hace que esta primera etapa se le llame Edad de Piedra, o lo que es lo mismo, Paleolítico. Aquí podéis ver un ejemplo.



Nuestras lanzas

Los hombres y mujeres de la prehistoria se fabricaban sus armas para cazar. Primero utilizaban palos con la punta afilada. Más adelante empezaron a utilizar para la punta de las lanzas piedras como el sílex, que afilaban y podían realmente cortar. Nosotros en clase hemos hecho unas para nuestro disfraz de carnaval.



La habilidad que tenían los primeros hombres de trabajar la piedra hace que esta primera etapa se le llame Edad de Piedra, o lo que es lo mismo, Paleolítico. Aquí podéis ver un ejemplo.



Abecedario viajero: la letra H


Esta semana nos ha presentado Ibrahím la letra que le tocó hacer de nuestro abecedario viajero, la H.

Es una letra que no suena, sólo muy raramente, como en su nombre que suena igual que la J o que en ocasiones la G. 

Abecedario viajero: la letra H


Esta semana nos ha presentado Ibrahím la letra que le tocó hacer de nuestro abecedario viajero, la H.

Es una letra que no suena, sólo muy raramente, como en su nombre que suena igual que la J o que en ocasiones la G. 

Pintando con café

En esta semana nos habíamos puesto de acuerdo en cambiar nuestro rincón de los médicos por una cueva. Rocas no podíamos traer, podíamos utilizar papel para hacer la cueva... pero sólo había blanco. ¿Por qué no lo pintamos? Pero ¿cómo? Después de ir exponiendo las distintas opciones el profe nos propuso pintar con café utilizando las manos. Nadie había probado nunca. ¡Nos encantó! Basta ver nuestras caras. 










Pintando con café

En esta semana nos habíamos puesto de acuerdo en cambiar nuestro rincón de los médicos por una cueva. Rocas no podíamos traer, podíamos utilizar papel para hacer la cueva... pero sólo había blanco. ¿Por qué no lo pintamos? Pero ¿cómo? Después de ir exponiendo las distintas opciones el profe nos propuso pintar con café utilizando las manos. Nadie había probado nunca. ¡Nos encantó! Basta ver nuestras caras.